El tratamiento con Oxígeno Hiperbárico es un tipo de terapia no invasiva. El paciente respira tranquilamente 100 % oxígeno mientras permanece en una cámara presurizada a una presión dos o tres veces superior a la presión atmosférica ambiental. Es la única terapia indicada en ciertos casos y en muchos otros, ayuda en el tratamiento de enfermedades y problemas clínicos o quirúrgicos difíciles, aparte de producir un efecto revitalizador en todos los tejidos.
De acuerdo con la ley física de Dalton, la presión total de una mezcla de gases es igual a la suma de las presiones parciales de los gases que la componen.
El aire que respiramos es una mezcla de gases donde el 78% es Nitrógeno y el 21% es Oxígeno (O2). Este gas es transportado hacia la sangre mediante el proceso de difusión. El proceso depende de la diferencia de presiones de gas entre el capilar sanguíneo y el alvéolo pulmonar.
Cuanto mayor sea la diferencia de presiones parciales de oxígeno entre ambos compartimentos, mayor será la difusión de O2 hacia la sangre, aumentando su concentración.
De acuerdo con la ley física de Henry, la cantidad de gas disuelta en un líquido es directamente proporcional a la presión parcial que ejerce ese gas sobre el líquido. Si se aumenta la presión del ambiente en determinada proporción, la presión del O2 aumenta en igual medida. Así, el Oxígeno es transportado en la sangre junto con la Hemoglobina (Hgb) dentro de los glóbulos rojos.
En condiciones normales y respirando aire a 1 ATM, la Hemoglobina (Hgb) transporta el 97% del O2, es decir, los glóbulos rojos tienen su capacidad de unión al O2 casi saturada. Si aumentamos la concentración de O2 respirado por mascarilla y le sumamos un ambiente presurizado (Hiperbaria), incrementamos el O2 diluido en la sangre y en todos los fluidos corporales (sanguíneo, linfático, articular y cefalorraquídeo).
El tratamiento de oxigenación hiperbárica permite que el oxígeno llegue al cerebro, cartílagos, huesos y tejidos, incluso a aquellos dañados o menos irrigados. Esta terapia hace más eficientes los procesos de recuperación, debido a que reduce el edema, la inflamación y el dolor. A su vez, aumenta el control sobre infecciones y previene enfermedades en sinergia con las terapias convencionales. Existen diversos estudios que soportan estos beneficios.
La medicina hiperbárica funciona para tratar todas las patologías que transcurren con hipoxia, es decir, aquellas en las que hay falta de oxígeno en tejidos o células. Esto conduce a inflamación, dificultad de cicatrización y desgaste celular.